EL AYUNO (PARTE
I)
En esta oportunidad hablare de una de
las herramientas más poderosas del creyente PERO que muy poco se utiliza en
nuestra actualidad, me refiero al AYUNO.
Como mencionaba, el ayuno no es
practicado por la mayoría de los creyentes, eso se debe a diversas razones como
por ejemplo el tipo de trabajo o negocio que desarrolla a diario, el
padecimiento de una enfermedad que impide que la persona pueda hacerlo, en
otros casos el clima es un factor que determina el poder o no realizar el
ayuno, esos entre otros pero hay un solo motivo que impide la utilización de
esta herramienta tan poderosa y ese es el NO QUERER HACERLO. Efesios 5:29 dice que “nadie aborreció jamás a su propia su propia
carne, sino que la sustenta y la cuida”, esto se refiere, en primer lugar,
a que el nombre tiene un instinto de supervivencia por lo que simplemente el humano siempre tendrá la necesidad de
satisfacer sus necesidad básicas, entre ellas COMER y en segundo, que el humano
prefiere las cosas de la “carne” (mundo) antes que las espirituales.
El tema del ayuno es muy
controvertido, hay diferentes posturas sobre su conceptualización, su
clasificación, quienes deben o puede hacerlo, cuando debe de hacerse, cuál es
su verdadera finalidad y por cuánto tiempo debe hacerse, a estas y otras
preguntas daremos una respuesta, siempre basada en las Sagradas Escrituras.
Como parte final de esta introducción
considere que el ayuno, cuando es ejercitado con un corazón humilde, puro y
lleno de fe, motivado por las razones correctas, puede llegar a ser la llave de
la o las puertas de salida de esos problemas y situaciones que hasta la fecha
no ha podido solucionar; además, el ayuno es una especie de ventana que nos
permite ver un mundo que estaba invisible a nuestra percepción humana y sobre
todo es una arma muy poderosa, provista por Dios, cuando estamos frente a una
batalla, lea cada una de las partes de esta publicación y que Dios ilumine
nuestros caminos, comencemos.
¿Qué significa
ayuno?
Como siempre iniciamos nuestro
estudio con el origen de la palabra ayuno y su significado, la palabra ayuno
deviene del latín ieiunĭum que significa vacío, de aquí que el significado común y
tradicional del ayuno es no comer o estomago vacío Para el Diccionario de la
Lengua Española significa “Manera de
mortificación por precepto eclesiástico o por devoción, la cual consiste sustancialmente
en no hacer más que una comida al día, absteniéndose por lo regular de ciertos
alimentos.” Ahora bien, la biblia no da una definición especifica de la
palabra ayuno pero, como veremos más adelante, el ayuno debe entenderse como la
privación de elementos materiales comunes (comida, agua, televisión, ejercicio,
relaciones sexuales, ocio, etc) para que el cuerpo humano (ósea la llamada
“carne”) se debilite y así crezca nuestro espíritu, esto con la finalidad de
una respuesta favorable a nuestras oraciones. En síntesis el ayuno, para
concepto humano es sinónimo de aflicción del cuerpo pero para Dios es sinónimo
de santificación.
El propósito del ayuno.
Al estudiar este tema, he podido
identificar 3 propósitos esenciales del ayuno:
1.- El ayuno nos permite humillar
nuestro corazón delante del Señor, esto cuando estamos pidiéndole su ayuda, su
perdón cuando hemos pecado conscientemente y sabes que le hemos colmado su
paciencia. Dios es justo y en definitiva habrá una consecuencia de nuestros
actos (si ese es el caso) pero le garantizo que es más fácil postrarnos delante
de Él pidiendo su perdón y/o pidiendo su respaldo para la dificultad que se
esté atravesando, sea cual sea el caso, el ayuno es una herramienta que nos
permite llegar a la presencia de Dios,
clamar y obtener de una forma más eficaz y pronta una respuesta de su
parte.
2.- El ayuno sirve como una ofrenda
hacia Dios, en la cual nos beneficiamos nosotros mismos, porque al privarnos de
alimentos el cuerpo esta purificándose (este punto lo desarrollare más adelante)
y en definitiva permite que nuestro espíritu crezca de una manera sombrosa.
3.- El ayuno incrementa el poder de
la oración, esto es el resultado de los dos primeros aspectos, dado que al
tener una carne débil (abstenida de lo mundano) y un espíritu enriquecido (un espíritu
más grande), la oración obtiene una EVOLUCIÓN increíble. El mismo Jesús utiliza
el ayuno en muchas ocasiones como herramienta para enfrentar las situaciones y
su mismo sacrificio.
Tipos de ayuno.
A lo largo de las escrituras puedo
observar y determinar 3 tipos de ayunos:
1.- El ayuno natural o tradicional.
2.- El ayuno total.
3.- El ayuno parcial.
Veo la necesidad de aclarar que
ninguno de los tipos de ayuno implica el no dormir, porque el descanso es algo
que el cuerpo reclama antes del hambre y de la sed, ahora pueden haber casos en
los que estemos en una oración de silencio o aguardo (ver LOS TIPOS DE ORACIÓN ESPIRITUAL) siendo parte de esas oraciones el
esperar todo el tiempo que sea necesario hasta que Dios hable o de una señal.
1.- AYUNO NATURAL O NORMAL
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser
tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta
noches, tuvo hambre.” Mateo 4:1-2.
Este primer tipo de ayuno es el que comúnmente
conocemos todos, en el que sencillamente la persona se priva de alimentos pero
no así de líquidos. Probablemente usted este pensado en que Jesús ayuno
completamente, ósea sin líquidos y sin comida, pero permítame decirle que las
sagradas escrituras no dicen que Él se privo de líquidos, porque es clara al
decir que después de los cuarenta días y noches TUVO HAMBRE, no dice que
también TUVIERA SED. Esta postura
es reforzada en Lucas 4:2 cuando
dice “Y
no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre”, Mi
estimado amigo, con estas palabras no pretendo en ningún momento el minimizar
la divinidad y Omnipotencia (que todo lo puede) que Jesús tenia al ser 100%
humano porque Él era 100% Dios al mismo tiempo, mi única intensión es aclarar
el tipo de ayuno al que se refiere la escritura. El ayuno natural se apega al
concepto que dimos al principio que significa NO COMER pero ingiriendo líquidos
y se distingue de gran forma de los dos tipos restantes de ayuno.
2.- EL AYUNO TOTAL.
“Entonces Saulo se levantó de la tierra, y abriendo sus ojos, no veía a
nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo
tres días sin ver, y no comió ni bebió.” Los Hechos 9:8-9.
Este tipo de ayuno, como su nombre lo
dice, es TOTAL, aquí si nos referimos a la abstinencia de comida y de líquidos.
Para el caso que tomamos de ejemplo en el Libro de los Hechos, vemos que Saulo
de Tarso (mejor conocido como el apóstol Pablo) pasó un período de tres días
consecutivos sin ingerir alimentos ni líquidos. Al analizar la situación en que
se desarrolla este tipo de ayuno se observa que lo ha aplicado ante algo
totalmente EXTREMO, Saulo ha perdido su vista y él consciente que el Señor es
quien se la ha quitado por el momento. Este punto toma aún mayor fuerza cuando
vemos que en libro de Esdras 10:6 “no comió pan ni bebió agua, porque se
entristeció por causa del pecado de los del cautiverio”, el sentimiento de
preocupación era tan grande y agobiante que Esdras no comió ni bebió, ósea
estuvo en un AYUNO TOTAL; asimismo, la reina Ester, al ver la inminente amenaza
en contra de todos los Judíos (a tal grado de poder exterminarlos por completo,
sabiamente indica a su siervo las palabras de Ester 4:16 “ Ve y reúne a
todos los judíos que se hallen en Susa, y ayunad por mí, y no comías ni bebías
en tres días, noche y día: yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y
entonces entrare a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco,
que perezca”. Como podemos ver situaciones críticas son el detonante para
que implementemos este tipo de ayuno, si usted desea hacerlo debe de estar 100%
convencido que es el Espíritu Santo quien le esta guiando y por favor considere
los ejemplos bíblicos que le he compartido, el ayuno total es un arma que puede
ser de doble filo, ya que si no se hace correctamente puede perjudicar su salud
y usted solo habrá perdido su tiempo.
3.- EL AYUNO PARCIAL.
“En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres
semanas. No comí manjar delicado, ni me ungí con ungüento, hasta que se
cumplieron las tres semanas. Daniel 10:2-3.
He aquí el último pero no menos
importante tipo de ayuno, el AYUNO PARCIAL.
Este tipo de ayuno está sujeto a
varias interpretaciones debido a que puede ser entendido como el limitarse a un
tipo especifico de alimento como es el caso de la cuaresma, o el de privarse de
ciertos gustos, vino, soda, cervezas, carnes, azucares, sales, etc.; por otro
lado hay quienes consideran que el ayuno parcial es el privarse de alimentos
(en ocasiones de líquidos también) por la mitad del día ya sea la mañana
completa o la tarde ya bien entrada la noche; asimismo, otras posturas,
declaran que el ayuno parcial es el ideal para quienes están iniciando la
aventura de ayunar, ósea como una práctica y que también es el adecuado para aquellas
personas que por razones de salud o por su estilo de trabajo se les es
imposible ayunar naturalmente o totalmente. De igual forma muchos otros aceptan que el ayuno parcial incluye el no satisfacer otros placeres o "gustos" como ver televisión, ir al cine, beber sodas, hacer deporte o sostener relaciones sexuales.
Sea cual sea la aceptación que usted
le dé a este tipo de ayuno, le aseguro que si su corazón está enfocado en
agradar a Dios y está buscando un crecimiento espiritual un ayuno parcial
siempre será una ofrenda bien recibida por nuestro Señor.
Estimado lector, por razón de tiempo
de lo extenso del tema, debo dar por terminada esta primera entrega, no sin
antes agradecer su tiempo e invitarle a que este pendiente de la parte 2 de
tema tan interesante. Me despido por el momento recordándole que Jesús tiene
lista una buena DOSIS DE FE PARA SU ALMA.
Hno. Edwin Zarco.
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