lunes, 10 de junio de 2013

EL AYUNO (PARTE I)


EL AYUNO (PARTE I)

En esta oportunidad hablare de una de las herramientas más poderosas del creyente PERO que muy poco se utiliza en nuestra actualidad, me refiero al AYUNO.
Como mencionaba, el ayuno no es practicado por la mayoría de los creyentes, eso se debe a diversas razones como por ejemplo el tipo de trabajo o negocio que desarrolla a diario, el padecimiento de una enfermedad que impide que la persona pueda hacerlo, en otros casos el clima es un factor que determina el poder o no realizar el ayuno, esos entre otros pero hay un solo motivo que impide la utilización de esta herramienta tan poderosa y ese es el NO QUERER HACERLO. Efesios 5:29 dice que “nadie aborreció jamás a su propia su propia carne, sino que la sustenta y la cuida”, esto se refiere, en primer lugar, a que el nombre tiene un instinto de supervivencia por lo que simplemente el humano siempre tendrá la necesidad de satisfacer sus necesidad básicas, entre ellas COMER y en segundo, que el humano prefiere las cosas de la “carne” (mundo) antes que las espirituales.
El tema del ayuno es muy controvertido, hay diferentes posturas sobre su conceptualización, su clasificación, quienes deben o puede hacerlo, cuando debe de hacerse, cuál es su verdadera finalidad y por cuánto tiempo debe hacerse, a estas y otras preguntas daremos una respuesta, siempre basada en las Sagradas Escrituras.
Como parte final de esta introducción considere que el ayuno, cuando es ejercitado con un corazón humilde, puro y lleno de fe, motivado por las razones correctas, puede llegar a ser la llave de la o las puertas de salida de esos problemas y situaciones que hasta la fecha no ha podido solucionar; además, el ayuno es una especie de ventana que nos permite ver un mundo que estaba invisible a nuestra percepción humana y sobre todo es una arma muy poderosa, provista por Dios, cuando estamos frente a una batalla, lea cada una de las partes de esta publicación y que Dios ilumine nuestros caminos, comencemos. 



¿Qué significa ayuno?
Como siempre iniciamos nuestro estudio con el origen de la palabra ayuno y su significado, la palabra ayuno deviene del latín ieiunĭum que significa vacío,  de aquí que el significado común y tradicional del ayuno es no comer o estomago vacío  Para el Diccionario de la Lengua Española significa “Manera de mortificación por precepto eclesiástico o por devoción, la cual consiste sustancialmente en no hacer más que una comida al día, absteniéndose por lo regular de ciertos alimentos.” Ahora bien, la biblia no da una definición especifica de la palabra ayuno pero, como veremos más adelante, el ayuno debe entenderse como la privación de elementos materiales comunes (comida, agua, televisión, ejercicio, relaciones sexuales, ocio, etc) para que el cuerpo humano (ósea la llamada “carne”) se debilite y así crezca nuestro espíritu, esto con la finalidad de una respuesta favorable a nuestras oraciones. En síntesis el ayuno, para concepto humano es sinónimo de aflicción del cuerpo pero para Dios es sinónimo de santificación.

El propósito del ayuno.
Al estudiar este tema, he podido identificar 3 propósitos esenciales del ayuno:
1.- El ayuno nos permite humillar nuestro corazón delante del Señor, esto cuando estamos pidiéndole su ayuda, su perdón cuando hemos pecado conscientemente y sabes que le hemos colmado su paciencia. Dios es justo y en definitiva habrá una consecuencia de nuestros actos (si ese es el caso) pero le garantizo que es más fácil postrarnos delante de Él pidiendo su perdón y/o pidiendo su respaldo para la dificultad que se esté atravesando, sea cual sea el caso, el ayuno es una herramienta que nos permite llegar a la presencia de Dios,  clamar y obtener de una forma más eficaz y pronta una respuesta de su parte.

2.- El ayuno sirve como una ofrenda hacia Dios, en la cual nos beneficiamos nosotros mismos, porque al privarnos de alimentos el cuerpo esta purificándose (este punto lo desarrollare más adelante) y en definitiva permite que nuestro espíritu crezca de una manera sombrosa.

3.- El ayuno incrementa el poder de la oración, esto es el resultado de los dos primeros aspectos, dado que al tener una carne débil (abstenida de lo mundano) y un espíritu enriquecido (un espíritu más grande), la oración obtiene una EVOLUCIÓN increíble. El mismo Jesús utiliza el ayuno en muchas ocasiones como herramienta para enfrentar las situaciones y su mismo sacrificio.

Tipos de ayuno.
A lo largo de las escrituras puedo observar y determinar 3 tipos de ayunos:
1.- El ayuno natural o tradicional.
2.- El ayuno total.
3.- El ayuno parcial.
Veo la necesidad de aclarar que ninguno de los tipos de ayuno implica el no dormir, porque el descanso es algo que el cuerpo reclama antes del hambre y de la sed, ahora pueden haber casos en los que estemos en una oración de silencio o aguardo (ver LOS TIPOS DE ORACIÓN ESPIRITUAL) siendo parte de esas oraciones el esperar todo el tiempo que sea necesario hasta que Dios hable o de una señal.

1.- AYUNO NATURAL O NORMAL
“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.” Mateo 4:1-2.
Este primer tipo de ayuno es el que comúnmente conocemos todos, en el que sencillamente la persona se priva de alimentos pero no así de líquidos. Probablemente usted este pensado en que Jesús ayuno completamente, ósea sin líquidos y sin comida, pero permítame decirle que las sagradas escrituras no dicen que Él se privo de líquidos, porque es clara al decir que después de los cuarenta días y noches TUVO HAMBRE, no dice que también TUVIERA SED.  Esta postura es reforzada en Lucas 4:2 cuando dice  “Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre”, Mi estimado amigo, con estas palabras no pretendo en ningún momento el minimizar la divinidad y Omnipotencia (que todo lo puede) que Jesús tenia al ser 100% humano porque Él era 100% Dios al mismo tiempo, mi única intensión es aclarar el tipo de ayuno al que se refiere la escritura. El ayuno natural se apega al concepto que dimos al principio que significa NO COMER pero ingiriendo líquidos y se distingue de gran forma de los dos tipos restantes de ayuno.



2.- EL AYUNO TOTAL.
“Entonces Saulo se levantó de la tierra, y abriendo sus ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.” Los Hechos 9:8-9.
Este tipo de ayuno, como su nombre lo dice, es TOTAL, aquí si nos referimos a la abstinencia de comida y de líquidos. Para el caso que tomamos de ejemplo en el Libro de los Hechos, vemos que Saulo de Tarso (mejor conocido como el apóstol Pablo) pasó un período de tres días consecutivos sin ingerir alimentos ni líquidos. Al analizar la situación en que se desarrolla este tipo de ayuno se observa que lo ha aplicado ante algo totalmente EXTREMO, Saulo ha perdido su vista y él consciente que el Señor es quien se la ha quitado por el momento. Este punto toma aún mayor fuerza cuando vemos que en libro de Esdras 10:6 “no comió pan ni bebió agua, porque se entristeció por causa del pecado de los del cautiverio”, el sentimiento de preocupación era tan grande y agobiante que Esdras no comió ni bebió, ósea estuvo en un AYUNO TOTAL; asimismo, la reina Ester, al ver la inminente amenaza en contra de todos los Judíos (a tal grado de poder exterminarlos por completo, sabiamente indica a su siervo las palabras de Ester 4:16 “ Ve y reúne a todos los judíos que se hallen en Susa, y ayunad por mí, y no comías ni bebías en tres días, noche y día: yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y entonces entrare a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca”. Como podemos ver situaciones críticas son el detonante para que implementemos este tipo de ayuno, si usted desea hacerlo debe de estar 100% convencido que es el Espíritu Santo quien le esta guiando y por favor considere los ejemplos bíblicos que le he compartido, el ayuno total es un arma que puede ser de doble filo, ya que si no se hace correctamente puede perjudicar su salud y usted solo habrá perdido su tiempo.

3.- EL AYUNO PARCIAL.
“En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas. Daniel 10:2-3.
He aquí el último pero no menos importante tipo de ayuno, el AYUNO PARCIAL.
Este tipo de ayuno está sujeto a varias interpretaciones debido a que puede ser entendido como el limitarse a un tipo especifico de alimento como es el caso de la cuaresma, o el de privarse de ciertos gustos, vino, soda, cervezas, carnes, azucares, sales, etc.; por otro lado hay quienes consideran que el ayuno parcial es el privarse de alimentos (en ocasiones de líquidos también) por la mitad del día ya sea la mañana completa o la tarde ya bien entrada la noche; asimismo, otras posturas, declaran que el ayuno parcial es el ideal para quienes están iniciando la aventura de ayunar, ósea como una práctica y que también es el adecuado para aquellas personas que por razones de salud o por su estilo de trabajo se les es imposible ayunar naturalmente o totalmente. De igual forma muchos otros aceptan que el ayuno parcial incluye el no satisfacer otros placeres o "gustos" como ver televisión, ir al cine, beber sodas, hacer deporte o sostener relaciones sexuales.
Sea cual sea la aceptación que usted le dé a este tipo de ayuno, le aseguro que si su corazón está enfocado en agradar a Dios y está buscando un crecimiento espiritual un ayuno parcial siempre será una ofrenda bien recibida por nuestro Señor.

Estimado lector, por razón de tiempo de lo extenso del tema, debo dar por terminada esta primera entrega, no sin antes agradecer su tiempo e invitarle a que este pendiente de la parte 2 de tema tan interesante. Me despido por el momento recordándole que Jesús tiene lista una buena DOSIS DE FE PARA SU ALMA.

Hno. Edwin Zarco.

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